sábado, 8 de octubre de 2011

Miedo...

Aunque sus pies se desplazan inseguros,
sabe elegir el lugar de las pisadas.
Le embarga la tristeza cada noche
cuando el insomnio le gana las espaldas,
pero suele caminar a trompicones,

evitando convertirse en un fantasma.
Sumida en malestar disimulado
procura sortear sus sentimientos
y se tumba en un colchón amurallado
por sábanas que esconden sus lamentos.

Da rienda suelta al tropel que la desborda
cuando no puede contener algunas lágrimas,
mientras intenta vencer el miedo que la aborda
al recordar aquella noche desgarradora
Diástole y sístole laten con temor
y sobreviven a la hora del silencio,
mas poco a poco seguramente irá olvidando,
acunando en su corazón esas cálidas palabras,
las que la dieron fuerzas
cuando las penas quemaban.

sábado, 1 de octubre de 2011

Mordería tu risa a dentelladas...


Mordería tu risa a dentelladas
cuando bebes del cáliz de mi cuello
y asomada a tus labios yo me estrello,
saltando de un balcón sin balaustradas.

Me llega tu sonrisa a bocanadas
y deja mis pulmones sin resuello,
¡qué ansias de tragar en atropello
tus dientes y su luz a cucharadas!

Si quieres, te hipoteco mi alegría,
firmando las entradas con tu boca.
No importa el interés ni el dividendo;

ya tengo suficiente garantía:
reír a pierna suelta como loca,
al ver siempre mis lágrimas riendo.