sábado, 8 de octubre de 2011

Miedo...

Aunque sus pies se desplazan inseguros,
sabe elegir el lugar de las pisadas.
Le embarga la tristeza cada noche
cuando el insomnio le gana las espaldas,
pero suele caminar a trompicones,

evitando convertirse en un fantasma.
Sumida en malestar disimulado
procura sortear sus sentimientos
y se tumba en un colchón amurallado
por sábanas que esconden sus lamentos.

Da rienda suelta al tropel que la desborda
cuando no puede contener algunas lágrimas,
mientras intenta vencer el miedo que la aborda
al recordar aquella noche desgarradora
Diástole y sístole laten con temor
y sobreviven a la hora del silencio,
mas poco a poco seguramente irá olvidando,
acunando en su corazón esas cálidas palabras,
las que la dieron fuerzas
cuando las penas quemaban.

1 comentario:

  1. Dicen que vivimos sorteando caminos y que a veces llegan muchas situaciones traumáticas. Pero también es cierto que de ellas aprendemos. Y qué sería de nuestra vida si cada cosa, buena y mala, no nos enseñase algo?
    Yo te aseguro que tu me enseñas a creen en la amistad, en la bondad y lo que es aun mas dificil, en mí mismo.
    ;)

    ResponderEliminar