Cuando me miras así...
calladamente,
con ese otoño intenso en
la mirada
y se quedan tus labios
como ausentes
mientras son tus ojos
dulces los que hablan,
hay pedazos de mi que
resplandecen
tras esa luz que habita en
tus pestañas,
y quieren enredarse en ti cuando
atardece
y el ocaso se recuesta en
la ventana.
Cuando me miras así, tan
dulcemente,
como buscando cobijo entre
mis alas,
la ternura que me late se
hace urgente
y en los paisajes donde
habito me haces falta.
Y hay pedazos de mí que se
rebelan
y enmudece la voz tras la
garganta,
y un mar sublevado se
recrea
en mis ojos que te buscan
y te aclaman.
Cuando me miras así... tan
suavemente,
se amontonan en mi boca
las palabras,
y un pedazo de mi quiere
envolverte
con una simple caricia
todo el alma.
Cuando me miras así...
hay pedazos de mí...
que besan tus labios con
el alba.
Hay pedazos de mí...
cuando me miras así,
que beben de tu boca las
mañanas.
Cuando me miras así...
hay pedazos de mí...
que anhelan ser en ti toda
mirada.
Quieren ser así,
morir en ti,
morir en el latido que te
abraza.
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