martes, 25 de noviembre de 2014
domingo, 23 de noviembre de 2014
sábado, 25 de octubre de 2014
Yo, mí, me conmigo
Tengo más maneras de volar que pares de calcetines. Y las
ansias se agitan en mi estómago, igual que borbotea el amor un poco más arriba.
Mis alas no se esconden nunca, tampoco mis verdades, que son, creo yo, un poco
lo mismo. Así, subo como la Luna para volver a bajar a la hora correcta,
sabiendo que las estrellas siempre impresionan más vistas desde abajo e
intentando que el sol no me queme más de la cuenta. Soy adicta a crear
abriéndome el pecho hasta que sangra, diluyendo lo que sobra en el azul que más
uso en mis pinceles. Y a cambio sólo tengo ocres, grises y asfalto, sucedáneos
de pasión envueltos en humo de coches. Luego la tinta negra inunda el cielo y
la vida escala a miradores de cerveza y ron. Mientras, más abajo, está
observándome el diablo. Y no sé qué espera de mí, pero tampoco me importa.
martes, 23 de septiembre de 2014
Monólogo: : "Nostalgia" ("Princesas" de Fernando León de Aranoa)
domingo, 14 de septiembre de 2014
Mi jaula
Quiero llenar de pájaros mi jaula,
quiero perder la llave
de la salida de emergencia, sólo
quiero que me descosas estas alas
de ángel caído, deja
que hinque mis dientes al último aliento
de papel arrugado.
Deja que la gramática inservible
de las ojeras devore las horas
y en la cintura inmortal de la noche
defienda mis castillos de la infancia,
atesore recuerdos
como heridas de guerra,
mientras me vuelvo termita en tu piel
astillada de hastío.
jueves, 28 de agosto de 2014
No quiero
No
quiero que mañana sea tarde para empezar de cero. No quiero que te mires
en mis ojos y veas que estoy vacía todavía. No quiero más puñales en la
espalda, ni que decores esta piel de cicatrices. No quiero que el
tequila sepa a tequila solamente. No quiero que se enfermen mis pulmones
si no es de tu aire envenenado, ni quiero que tus pies bailen desnudos
en sábanas que no me reconocen.
No quiero que te vayas, pero vete. No quiero que te quedes, márchate. No quiero ya ni verte, pero espera, que yo sé que cuando llueve tus besos se alargan doce minutos. Date una vuelta más, gira a la izquierda por el pasillo gris de la tristeza y lame el horizonte de mi ombligo. Y vete de una vez, no quiero verte. No quiero ya quererte, pero espera, que yo sé que en tus manos habitan diez pianistas ciegos.
No quiero, ni te quiero, ni he querido
como te quiero ahora que no quiero
quererte y no quererme demasiado.
No quiero que te vayas, pero vete. No quiero que te quedes, márchate. No quiero ya ni verte, pero espera, que yo sé que cuando llueve tus besos se alargan doce minutos. Date una vuelta más, gira a la izquierda por el pasillo gris de la tristeza y lame el horizonte de mi ombligo. Y vete de una vez, no quiero verte. No quiero ya quererte, pero espera, que yo sé que en tus manos habitan diez pianistas ciegos.
No quiero, ni te quiero, ni he querido
como te quiero ahora que no quiero
quererte y no quererme demasiado.
lunes, 25 de agosto de 2014
Hablemos de pólvora y muerte
Hablemos de pólvora y
muerte.
Hablemos de pupilas agrietadas, secas,
cansadas de mirar sin ver.
Hablemos de tormentas que derriban paredes,
del silencio que no existe,
del murmullo que se encarga de sustituirlo,
y que no nos pertenece.
Hablemos de bocas desconocidas e insípidas,
de lenguas chasqueantes como látigos,
como cadenas,
sin espuma ni versos.
sábado, 23 de agosto de 2014
La peor locura es parecer demasiado sensato.
Hay quien llama distancia a la falta de deseo, quien usa la
palabra platónico para camuflar su cobardía. Hay quien mantiene el silencio por
temor a que lo que salga de su garganta sea un nombre que ya debería haber
olvidado. Están los que miden el ego en centímetros, el amor en tiempo en lugar
de en suspiros, el tiempo en minutos y jamás en pulsaciones. Están los que
piensan que esa ingrata habilidad de saber pedir perdón sin despeinarse ya les
da todo el derecho de poder hacernos daño. Están los que hablan de imposibles
porque no fueron capaces. Los que llaman soledad a la incapacidad de estar con
nadie. Los que se quedan con la duda eterna por temor a la respuesta. Los que
confunden esperanza con optimismo. Los
que culpan al destino de sus errores y llaman intuición a cada acierto. Los que
piensan que tener orgullo es más importante que tener a alguien. Los que lanzan
una promesa como un globo, olvidando que pesa como una roca. Esos seres
perfectos que van de cuerdos cuando la peor locura es parecer demasiado
sensato.
jueves, 21 de agosto de 2014
Cristina González Narea: "Soy una indígena rockera"
Cristina González Narea, rockera auténtica, nos abre las
puertas de su casa y nos desnuda sus "huesos de mar" en una tarde en
la que no faltaron ni saladas canciones, ni buenas vibraciones. Y puede ser casualidad,
pero al acabar la entrevista, el cielo ardía y nos abrazaba en un atardecer
rojo intenso.
Para empezar, ¿por
qué el nombre de Huesos de mar?
Huesos de mar fue un nombre que me regalaron y que en cuanto
lo oí, escuché el sentido del disco: el paso, mi trayectoria vital, humana
personal y todo ese resto que queda de ceniza, de sangres, de vida, de
humedad... Eso es para mí un poco la metáfora de huesos de mar, el sentirte muy pequeño dentro de este planeta,
dándote cuenta de que nuestros grandes problemas a veces son una minucia, una
milésima parte de un grano de arena, cuando te das cuenta de que estás en medio
de un planeta en el que antes todo era agua... yo que sé, yo estoy muy en
contacto con la naturaleza, en cuanto a percepción, a respiración... no es que
viva en el campo, vivo aquí en el barrio de Tetuán, pero sí es algo que a mí me
alimenta... el contacto con la naturaleza es vital para no cortarte las venas
directamente o dejar de respirar.
¿Cómo recuerdas tus
primeros pasos musicales y cómo crees que has evolucionado desde Mensajero del amor hasta Huesos de mar?
Hmm... vamos a ver, es que yo no me iba a dedicar a la
música, yo vengo de una familia de artistas famosos, boleristas, y entonces
pasaban por mi casa mucha gente famosa de la época, incluso algunos amigos de
mi madre vienen todavía, gente del jazz y del bossa nova como Elis Regina,
actores como Jorge Mistral, yo que sé... Olga Guillot, Armando Manzanero...
gente del bolero. Entonces, yo creo que un poco por lo del famoseo y porque mi
madre estaba ausente, estaba de gira y tal... yo lo de la música lo tenía como
postergado, yo quería ser o peluquera o abogado, te lo juro. Pero bueno, eso era
una cosa de niñas...
Luego, el caso es que me crié aquí en Madrid, mi madre nos trajo a mi hermana y a mí de chicas, fui aquí a la escuela... pero, en época de la dictadura de Pinochet en Chile, yo me fui allí a trabajar, en cultura y en política, y viví allí ocho años, entre el 80 y el 88. Fue ahí cuando empecé a componer y surgió Mensajero del amor, que es un disco, en cuanto a letras, totalmente de denuncia, pero no era la música del cantautor típica, sino que transgredía bastante en esa época, porque era un jazz fusión, un jazz rock, y, como en Huesos de mar, también con instrumentos del folclore sudamericano. Y así partió, pero fue un disco que surgió un poco como un vómito, como una necesidad.
En esa época, a finales de los 80, decidí regresarme a
España porque eso ya no daba para más, estaban en el proceso de transición de
esa dictadura y yo ya había dejado mucha sangre y mucha huella en el camino, y
decidí venir a hacer música. Aquí me dediqué a buscarme la vida, a ganármela...
a criar a mi hija, que había nacido en Chile, era chiquita... y, bueno, hice
dos discos, Al otro lado (2004) y Agua (2010), pero mucha música, ¿sabes? Yo
siempre me he ganado la vida acompañando, y, últimamente cada vez más, colaboro
con gente muy importante de la música española.
Con Huesos de mar,
de alguna manera, me reencuentro con mi raíz; o sea, de hecho siento la
necesidad... por ser una persona que siempre estoy viajando, que me he criado
una época de la adolescencia aquí, pero que tampoco era de aquí, y tampoco era
de allá... bastante sin una identidad y sin un lugar en el mundo, ¿sabes? tu
farmacia, tu mercería, tu olor de tu colegio... esas cosas son importantes...
bueno, se me eriza la piel, hablo de esto y se me eriza la piel... Bueno, pues
Huesos de mar es proceso de toda esa huella, ese hueso, que viene a encontrarme
con mi sonido folclórico de Chile, y también colaborando con la gente con la
que he trabajado aquí, y desde la canción de autor que yo hago.
Entonces, podemos
decir que, tanto este disco en particular, como tu vida en general, se sitúan
entre Chile y España, ¿de qué manera crees que te ha influido cada país?
De Chile... siempre me he sentido muy india. A mí me dicen
"la negra", de hecho, pero no por eso, ¿no? porque hay indios blancos
también. Pero me identifico mucho con todo lo que motiva a la raza indígena en
cualquier país del mundo: el contacto con la tierra, el contacto con el
universo... la actitud guerrera; que aquí en España y en el mundo civilizado
anglosajón es la actitud que llamamos de rock and roll. Yo no hago rock, no
canto rock, pero soy rockera en cuanto a actitud de vida. Soy una indígena
rockera.
No sé si me aventuro
demasiado al decir que Huesos de mar guarda
una cierta "linealidad" y las canciones no presentan un orden
aleatorio. ¿Pretendías, en cierto modo, crear una historia con este disco?
Sí, lo que pasa que para mí "lineal" significa
otra cosa, para mí "lineal" significa "plano", y no
considero que Huesos de mar sea
plano... si me lo permites, claro, es tu forma de expresarlo... Pero te entendí
lo que quieres preguntar, y sí, pretendía al grabarlo que se leyera como un
poemario; que la primera vez que lo cojas lo escuches de arriba a abajo, luego
ya lo abres por donde quieras, por el poema que quieras... Pero como primera
idea no es un disco de canciones sueltas, que podrían haber sido doce, trece, o
estar puestas en cualquier orden, ¿no? Para mí tiene un recorrido, que también
lo estoy haciendo en los directos, lo hice en Chile ahora, intentando hacer
como un abanico, distinto al del disco porque un directo tiene otro fuego,
tiene otra energía... pero, sí, es un disco que pretende que sea leído hoja a
hoja.
Y si tuvieses que
elegir una sola canción del disco, ¿con cuál te quedarías y por qué?
Pero me parece esto injusto, ¿por qué tengo que elegir una?
¿No puedo elegir doce? Sólo una... uff..., está jodido eso... ¿cuál digo? Más allá, quizás, la primera, la que
abre el disco... por algo lo abre.
Aunque en Hija de madre y tierra nos ofreces un
exquisito autorretrato, si te tuvieses que definir con tres palabras, ¿cuáles
escogerías?
Que interesante, voy a tener que apuntar estas preguntas...
Que difícil, güey... Vale, hmm... creativa, sorprendida y muy "echá pa'lante".
En muchas de las
canciones de tu disco, como Óyeme o Nuestro paraíso, hablas de la necesidad
de deshacer nudos y de aprender a vivir como uno quiere disfrutando de cada
instante. ¿Logras siempre aplicar esa filosofía en tu día a día?
Bueno, esa es una gran cuestión que planteas, porque
precisamente eso es, ya no en el día a día, sino a cada rato. En cada instante
consciente, cuando yo siento que estoy como en fuera de juego, o cuando me
desvío de mí, de mi ser, cuando me siento incómoda; en vez de echarle la culpa al de enfrente o
al de al lado, o al trabajo, o a tal... pues
de repente te miras para dentro y ese enfoque de respiro del que hablo, de
meditación, o simplemente de respirar
conscientemente tres veces, o de poner
la vista ahí donde está esa luz, a mí me da serenidad y me centra. Pero eso, a
cada rato, porque yo tampoco quiero meterme en un monasterio, a mí me gusta la
mitad monja y la mitad rockera... A mí irme al monte, ahí todo el día, por lo
menos hasta hoy, no me apetece. Me gusta vivir en esos dos lados, en el lado
oscuro y en el lado de la luz, que se complementan perfectamente.
Ahora una pregunta un
poco más íntima, ¿Blues del viento se
basa en una experiencia personal vivida?
Es que, mira, esa canción tiene un
montón de años, lo que pasa es que cambié un poco la letra. Era peor la letra,
lo que pasa es que yo, gracias a la poesía y gracias a leer, gracias a Bolo,
entre otros, he aprendido mucho en este último tiempo de cómo intentar expresar
mejor, comunicar mejor... aunque me queda un montón, soy una teenager todavía.. Y, bueno, ninguna de
mis canciones es como "te la dedico a ti, mon chéri". No, te sale así, pero porque estás viviendo
experiencias, porque yo amo el amor, amo la pareja, amo la lujuria, amo de
todo... te quiero decir, o sea, esa canción no está dedicada nadie en
particular, pero lo que es fascinante es que se la puedes dedicar en cualquier
momento a alguien.
En relación con Cuál es la ley, ¿qué ley o norma
sugerirías para tratar de solucionar todos esos horrible problemas del mundo
que expresas en tu canción?
Bueno, algo muy evidente, pero no
por ello lo dejo de decir, que es el estado de conciencia, ser consciente;
porque para ser generoso, para ser solidario, para ser mejor persona, para amar
bien o para dejarte amar... coño, hay que ser un poquito consciente, y la peña
está absolutamente intoxicada. Entonces, desde el tío más malo, desde la tía
más perversa, que quiera ser muy poderosa, que hay a miles; ese es incluso más
consciente que el otro, el que va de buenazo y no hace nada y se queja todo el
día desde el sofá. Pero yo creo que tomar conciencia no es nada muy importante,
es simplemente como ver dónde estoy; yo no tengo la respuesta de qué carajo es
esto, pero sí sé que hay una constante, que se amanece, se atardece y se hace
de noche. Y yo sigo respirando, y no soy de las que se tira por la ventana, y
hay cosas que me excitan muchísimo y cosas que me echan para atrás. Por eso,
creo que la primera ley es romper las leyes y que así la gente sea por sí misma
un poquito consciente. Porque la gente se salta las normas y las leyes porque
no es consciente, porque la gente es muy básica, o muy perversa.
Y para terminar,
vamos a pasar a una parte un poco más práctica de la entrevista. Voy a decirte
tres palabras y quiero que con cada una de ellas dibujes lo primero que se te
pase por la cabeza:
Fotografía: Diego García Moreno
martes, 19 de agosto de 2014
El rumor es cierto
El
rumor es cierto, las cosas siempre empiezan por lo rojo, por lo corto o
por lo intenso de una falda; como si un ángel se transformara en algodón
y recorriera las cortinas de un cuerpo. Pero sucede que a veces me
despierto sin saber si el tiempo es danza o es batalla; y tal vez por
eso, porque siempre me dicen que estoy un poco loca, es que pierdo los
papeles y los versos. Entonces, poco menos que valiente, recojo los
poemas reciclados para ladrar sobre los perros que han muerto en mis
caderas, o intentar decirte que todavía no entiendo cómo nacen los
amantes o por qué siempre pierdo como un lobo solitario el cruel costado
de tu costilla reprimida y me desvivo escribiendo estas líneas sin
sentido.
sábado, 16 de agosto de 2014
Huesos de mar, Cristina González Narea
Huesos de mar se
gesta desde las entrañas, desde el calor visceral de un cuerpo, desde un idioma
de roces eléctricos y de pinceladas saladas al aire. Se siente en cada canción
que Cristina González Narea es una mujer que las noches que no escribe suele
nacer muerta al día siguiente. Por otro lado, Cristina logra fusionar los
ritmos más tradicionales con toques de rock, consiguiendo un resultado que,
como mínimo, no deja indiferente.
Si emprendemos un recorrido por
sus canciones, nos encontramos en primer lugar a una Cristina soñadora que nos
transporta más allá de un mundo absurdamente racional, "más allá de la oscuridad, de sueños quebrados mucho antes de
terminar", porque, al fin y al cabo "así es la locura, cuando sana y cura cualquier enfermedad" y
todo lo que
importa es sentirnos vivos. En la
misma línea, la cantautora defiende en su segunda canción la necesidad de crear
cada uno de nosotros un paraíso paralelo en el que poder olvidar la rutina y
los horarios y disfrutar de cada instante, de esas pequeñas cosas del día a día
que nos hacen felices, pues "somos pájaros en vuelo liberando la mirada, sabemos
respirar cada mañana."
En sus dos siguientes canciones, Cristina se abre por
completo emocionalmente. En Blues del
viento nos presenta una bella declaración de una amor sencillo y sincero,
ése en el que "somos poesía que se
lee en el abrazo", ése en el que "no
sabemos si es que llegará Paris a conocernos, más incierto es frenar la humedad
de este momento." En Hija de
madre y tierra realiza un autorretrato: "Mujer
de todos los viajes, llave de todas las puertas, de la revolución mi rebelión
es la esencia." "Como un acorde que aprieta en mi cintura, resuena la
poesía, la poesía y su guerra."
Como nos canta Cristina en su
quinta canción, "la atmósfera es el
único límite" y no debemos dejar que la sociedad marque en nosotros
falsas creencias, un guión absurdo que coarta nuestra libertad, "que nos ahoga el espacio." En
su sexta canción nos muestra que todo cambia, pero no debemos desfallecer ni
rendirnos jamás, sino que los sentimientos deben ser siempre nuestro principal
motor en la vida, pues "el río
nunca, nunca se cansa."
¿Cuál es la ley? Eso
se pregunta la cantautora en esta conmovedora crítica social que te pone los
pelos de punta: "Hambre y socorro en
la calle y gente que de eso ni sabe. Así es la historia y no viene a cuento sentir
que nos vale." Por otro lado, en Historias
nos ofrece una gran consejo en forma de canción: las apariencias engañan y " puede venir la mentira en dulce
veneno con amor de pagar", así que "rebelarse
y elegir es ahora lo que toca, no te duermas de pie." El maravilloso
oficio del poeta, así como la necesidad de vivir cada instante intensamente
quedan plasmados en su novena canción: "Soy
raíz del universo entero, respirar es lo único que tengo, soy capaz de
equilibrar el vuelo. Todo se transforma a cada paso, todo se dibuja cada día en
una página en blanco."
¿Qué hacer cuando te encuentras encerrado, enclaustrado en
las cadenas de relojes que no te dejan vivir? ¿Qué hacer cuando no ves la
salida? Pues mirar en nuestro interior y, tal y como nos canta en Cerro los placeres: "Volar con la imaginación, encumbrando mi voz he llegado al otro
lado; y que más da si tenemos el sol, una estrella que nunca es fugaz al
mirarlo. Juego mis encantos, cierro los placeres a las diez, no es un tramo largo,
no hay distancia alguna para ser." En su última canción, Cristina quiere
hacerse oír, pues "un verso libre es
un canto, es una libre expresión, un grito que como el agua recorre entera la
creación", pero sobre todo
quiere hacernos escuchar nuestro interior para que nos liberemos de grilletes
innecesarios, puesto que "no hay
anclas para vivir, si te hace bien sigue andando, si te hace daño déjalo ir."
Finalmente, esta próxima semana tendré el honor de conocer a
Cristina González Narea en carne y "huesos de mar", completando el
puzzle que comenzó con las sensaciones que logró provocar en mí la primera vez
que escuché su disco. Por su puesto, no dudéis en escucharlo (http://www.cristinagonzaleznarea.com/) ni en asistir a su presentación en Madrid el 4 de septiembre a las 21:00 en la sala Galileo Galilei.
miércoles, 26 de marzo de 2014
Poema turbio
Tu boca sabe a alcohol
y mis ojos tienen humo,
poemas turbios
que no son más que palabras
sucias, hambrientas, voraces,
seminómadas
entre tu lengua y mis encías
inundadas en sangre y lágrimas
de una herida
a la que no dejo cicatrizar.
martes, 25 de marzo de 2014
domingo, 23 de marzo de 2014
Desenrédame
Encontrarte fue el desastre
de llenarme los ojos de azul,
de hacer equilibrios sobre una circunferencia
de radio tus brazos.
Y aún me queda pegamento entre los dedos
de recomponer los pedazos
de aquellas noches
en que nos miramos
y nos vemos por dentro;
sin necesidad de estrellas
ni habitaciones de segunda mano.
No es sólo lo que dices,
es lo que callas.
Lo que no escribes.
Lo que no pronuncias.
Lo que, quizás, ni piensas.
Y desaparece.
El gris asfalto me escupe
el silencio
de buscar tu presencia
y no conseguirla.
Desenrédame las palabras
que tengo atadas a las muñecas
o acaba conmigo de una vez.
jueves, 20 de marzo de 2014
Busco
Busco un depósito de sueños
sin polvo en las pestañas,
un beso epicúreo sin contraindicaciones,
un lejos de tu cerca más peligroso,
un revés sin etiquetas "made in china",
una caricia sin segundas intenciones,
una marioneta que aún conserve sus latidos.
Busco un rescate sin secuestro,
un escondite para mis pecados capitales,
un suelo sin arenas movedizas,
una sinrazón que no me ataque,
un desliz en tus formas racionales.
sin polvo en las pestañas,
un beso epicúreo sin contraindicaciones,
un lejos de tu cerca más peligroso,
un revés sin etiquetas "made in china",
una caricia sin segundas intenciones,
una marioneta que aún conserve sus latidos.
Busco un rescate sin secuestro,
un escondite para mis pecados capitales,
un suelo sin arenas movedizas,
una sinrazón que no me ataque,
un desliz en tus formas racionales.
miércoles, 19 de marzo de 2014
En des(me)dida
Niego cualquier vestigio de afecto
mientras lío entre mis piernas
esta certeza masoquista
de que nunca voy a cansarme
de tu respiración agitada,
de tu saliva urgente,
de tu sudor agridulce
sobre mi vientre rijoso.
Habitan en mí
resignaciones autoimpuestas.
Hacer el amor
(contigo o sin ti)
siempre me entusiasma,
me concede tiempo
para no pensar (nos),
para no tener que confesar (te/me)
que (te) quiero cada día
un poco más,
que no sé cómo medir
este querer en desmedida,
ni cómo desmedirlo
sin hacer (me) más heridas.
sábado, 18 de enero de 2014
Séptimo infierno
Transité con la parte más desorbitada de mis retinas el filamento epicúreo de tus labios jaspeados de saliva. Hinqué mis dientes en tus comisuras y te privé de estrategias de defensa. Estallaron mis suspiros. Lo siguiente que recuerdo es que fuimos de cabeza al séptimo infierno.
miércoles, 8 de enero de 2014
sábado, 28 de diciembre de 2013
Ofidios fluorescentes
Ofidios fluorescentes
escriben en el suelo
nuestras pasiones candentes
en letras de neón,
repudiando el resto
de tipografías anestesiadas.
jueves, 26 de diciembre de 2013
sábado, 30 de noviembre de 2013
Cavilaciones
Atrapo sus silencios
mientras se marcha,
besando su perfidia,
deshilando
como una eternidad
efímera.
Me deja su chasquido
y un puñado de palabras
suspendidas.
mientras se marcha,
besando su perfidia,
deshilando
como una eternidad
efímera.
Me deja su chasquido
y un puñado de palabras
suspendidas.
viernes, 29 de noviembre de 2013
jueves, 28 de noviembre de 2013
Tengo una cafetera
con ideas retorcidas.
Tengo para ti un piso de alquiler
en el averno
de mis labios trapecistas,
que ansían persistentes,
indecisos y empedernidos
que me aflojes las tuercas
más de noche que de día.
con ideas retorcidas.
Tengo para ti un piso de alquiler
en el averno
de mis labios trapecistas,
que ansían persistentes,
indecisos y empedernidos
que me aflojes las tuercas
más de noche que de día.
lunes, 25 de noviembre de 2013
Yo no quiero un amor civilizado...
"Yo no quiero un amor civilizado con recibos y escena del sofá... " - Joaquín Sabina.
No me digas que me quieres,
dime que quieres sentirme
cada noche intensamente,
como si fuéramos seres
inmortales de la luna
que ilumina nuestro encuentro.
No pretendas relaciones
de caricias rutinarias,
sólo intenta despertar
en mi cuerpo sensaciones
y orgasmos incandescentes
que jamás pueda olvidar.
¡Que no quiero ser princesa,
que estoy cansada de sapos!
Yo soy ninfa sin cadenas,
liberada de ser presa
de un amor que no es Amor
domingo, 24 de noviembre de 2013
Bailamos como si el universo fuera a caducar mañana;
nuestros pies llevan su propio ritmo,
pero nuestros corazones
siempre se buscan en el aire.
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